lunes, 19 de marzo de 2012

Tokyo Godfathers


Nochebuena. La nieve cubre con un hermoso manto blanco la ciudad de Tokyo. Gin, Hana y Miyuki son tres vagabundos que acaban de recibir un inesperado regalo de Navidad, un bebé abandonado en un basurero. Aunque en un principio no parece que vayan a ponerse de acuerdo en el modo de actuar ante este hecho, finalmente lograrán tomar una decisión, ellos mismos serán los encargados de devolver a la niña a los brazos de su verdadera madre. Esta es la historia de Kiyoko y sus tres padrinos, los padrinos de Tokyo.


- Trailer en inglés -

Satoshi Kon, cineasta japonés fallecido recientemente, me dejó maravillado gracias a su último largometraje, "Páprika, detective de los sueños". Tras disfrutar de manera fugaz con "Paranoia Agent", su peculiar serie de TV, hace poco tiempo fue el turno de la que para muchos es su cinta más especial, una pequeña isla dentro de su compleja (y corta, por desgracia) filmografía, "Tokyo Godfathers", un título que podría ser definido con pocas palabras como uno de esos cuentos navideños que dejan una huella imborrable, preferiblemente en forma de sonrisa, en el 99% de los espectadores.

- ¡Una película llena de intriga! -

Nacida fruto de la libre adaptación de un western de John Ford conocido como "Tres Padrinos", "Tokyo Godfathers" vio la luz en el año 2003. A España llegó gracias al Festival de Sitges, donde se llevó el premio al Mejor Largometraje de Animación, galardón más que merecido. Estamos ante un título de animación dirigido, casi en exclusiva, a un público adulto, donde unos atípicos personajes nos sirven de guía a través de una de esas historias llenas de buenas intenciones en las que lo imposible es ahora, más que nunca, muy posible.

- ¡Y no es un dramón! Aunque pueda parecerlo... -

La calidad de este film va claramente "in crescendo", con un ritmo que pasito a pasito te va dando más y más gracias a un camino repleto de sorpresas, un camino en el que no falta de nada, desde pequeños detalles que le dan un plus de diversión a la historia (conviene estar muy atento a todos los diálogos para no perderse ni uno), hasta un sin fin de situaciones capaces de producirte todo tipo de sentimientos, ira, alegría, tristeza, rabia, optimismo, pena... pero vamos ya con los auténticos protagonistas de esta fábula, tres vagabundos que han formado algo que podría ser considerado como una pequeña familia. Gin, o como diría Miyuki, Chiflado, es un cuarentón que lleva demasiado tiempo viviendo en la calle, un perdedor que dejó su vida atrás, junto a su mujer y a su hija, cuando esta decidió darle la espalda. Su carácter no suele atraer mucha simpatía, pero en el fondo tiene un gran corazón, y eso es algo de lo que Hana se ha dado cuenta. Hana es un travesti, con más o menos la misma edad que Gin, que ve la vida de un modo muy optimista, a pesar incluso de la situación en la que vive actualmente. Él (o ella) y Gin son como un viejo matrimonio que no pierden la oportunidad de ponerse a discutir en cualquier momento, dignos de un museo. En el medio encontramos a la joven Miyuki, una adolescente que se ha fugado de casa, sus problemas familiares han acabado desbordándola y, aunque parece que en su nuevo hogar los problemas siguen acechándola, estos son de una naturaleza muy diferente. Un trío de sin techo con tres personalidades muy diferentes, y a la vez fascinantes, desde luego son de esos personajes difíciles de olvidar. Durante su emocionante epopeya cuyo fin es devolver a Kiyoko, el bebé, a su verdadera madre, se toparán con un grupo de secundarios igualmente inolvidables, como pueden ser el viejo mendigo, el destacado miembro de la yakuza, el matón a sueldo latino y su esposa, algunos de sus familiares, y mi favorito, el taxista. El apartado musical puede que sea el menos destacado de todos, aunque eso no evita que varios de los temas encajen de maravilla con algunos de los mejores momentos de la cinta.

- Bueno, un poco de drama si que hay... -

Probablemente no sea la mejor época del año para hacer recomendaciones de este tipo, pero no me queda otra opción... "Tokyo Godfathers" es un cuento navideño diferente, pero también un cuento navideño de los de toda la vida, donde los milagros propios de esas fechas aumentan considerablemente... en resumidas cuentas, una cinta que a buen seguro disfrutarán los amantes de la animación más adulta y más entrañable procedente del país del sol naciente. Si tienes ganas de ver otra faceta de Satoshi Kon, vamos, aquella que no te deja con el culo torcido flipando en colores, no te la puedes perder.

- ¡Y acción también, no le falta de nada! -

Frases para el recuerdo:

"Así es como se acaba siendo un hombre como yo." Gin
"¡Todavía no me he muerto!" Hana
"Ni siquiera el mas inútil de los padres puede olvidar nunca a su hijo." Gin
"Hola, soy yo, Miyuki." Miyuki

- Pero sobre todo, hay sonrisas... -

PD: Aquí tenéis una segunda opinión.

- "Preciosa, ¿verdad, cielo?" -

lunes, 12 de marzo de 2012

Los Caballeros del Zodiaco (Sagas de Asgard y Poseidón)


El baúl de los recuerdos sigue abierto, aunque dudo que lo haga por mucho tiempo... tras el pequeño descanso que me tomé después del emocionante final de la Batalla del Santuario, decidí retomar las aventuras de Seiya y compañía poseído por un inquietante presentimiento, una ligera sospecha me estaba atenazando y, en cierto modo, trataba de evitar el desastre que estaba por venir. Descubrir que había sido de los Caballeros del Zodiaco tras su enfrentamiento contra los Caballeros de Oro ha sido, como diría la voz en off de "El último gran héroe", un "grave error".


- "Deberíamos habernos jubilado tras lo del Santuario." -

"Los Caballeros del Zodiaco" vivían en una nube, su fama no tenía límites, y claro, a los animadores japoneses, o al menos a muchos de ellos, lo de exprimir la gallina de los huevos de oro se les da de fábula, y nuestros caballeros no iban a ser una excepción. Tras la Saga del Santuario le siguieron dos más, la Saga de Asgard (Episodios del 74 al 99) y la Saga de Poseidón (Episodios del 100 al 114), la primera de ellas no estaba inspirada en el manga original, la segunda sí... en circunstancias normales, la calidad de Asgard debería ser muy inferior a la de Poseidón por el simple hecho de haber surgido de la "nada", por desgracia, para un servidor, ambas son un coñazo, por lo que aquí termina esta parte de la discusión.

- "¡Daremos nuestra vida por un buen brasero!" -

Sé que a muchos pueden estar sorprendiéndoles mis palabras, pero es que de todas las cosas que podían fallar en mi regreso con "Los Caballeros del Zodiaco", fallaron todas, e incluso algunas que ni siquiera sabía que estaban ahí... Santuario tuvo sus sombras, pero sus luces por fortuna conseguían ocultarlas con solvencia, en cambio, Asgard y Poseidón son un páramo lleno de la oscuridad más impenetrable que os podáis imaginar, de vez en cuando distingues algo de luz, pero no suele durar mucho. En esta etapa, la serie cae en todos los niveles de manera estrepitosa, la épica agoniza en medio de insufribles combates, la historia hace aguas por todos lados de manera bochornosa, el ritmo de la misma te hace desear volver a coger tus apuntes y ponerte a estudiar, y los personajes... uf, parece que lo de evolucionar no va con ellos.

- Los vecinos de Bob Esponja -

Pero analicemos por partes los motivos que me han llevado a renegar de estas dos sagas de "Los Caballeros del Zodiaco", así que, cuidado con los spoilers... en primer lugar tenemos el asunto de la épica, en Santuario estar a punto de morir por tus amigos era signo de valentía y honor, pero después de todo lo vivido, si por lo visto es imposible matarte, independientemente de las somantas de hostias que te den, ¿dónde está la épica? Me veo incapaz de asumir que Fénix, tras recibir palos por todos lados, y ser atravesado por la lanza de Hilda, pueda presentarse ante Poseidón como aquel que acaba de volver de veraneo... segundo, la historia, algo que nunca fue el fuerte de la serie, pero que ahora alcanza cotas de ridículo difíciles de entender, el tema de los flashbacks resulta especialmente hiriente, acepto que se empeñen en contarnos mil y una veces el mismo momento, pero lo que no me trago es como se pasan por el forro el pasado de algunos personajes añadiendo detalles sin sentido alguno, y por otro lado tenemos el tema de los "sucesos paranormales", por ejemplo, la confirmación de la desaparición de los Caballeros de Acero (al parecer fueron creados directamente para la serie de TV), el total olvido del orfanato y sus huéspedes, las surrealistas vidas de muchos caballeros, o simplemente la soplapollez general del esquema argumental: Tenemos que evitar una catástrofe natural y... ¡o Dios mío! ¡Han vuelto a secuestrar a Atenea! Para ser una diosa es un poco inútil. Vayamos ahora con el tema del ritmo, no me importa que las peleas duren, pero entre su dilatada duración, teniendo en cuenta una estructura básica en la que los buenos son forrados a hostias hasta activar su "cosmos" para vencer al malo de un solo golpe, y los flashbacks interrumpiendo constantemente, la agonía es, en la mayor parte de los casos, insufrible (únicamente disfruté como antaño con el caballero de las tumbas de amatista, un fullero memorable)... aparte del hecho de esa necesidad de hablar y hablar mientras se dan de hostias, aunque no haya nada interesante que decir. Por último el apartado de personajes, lastrados obviamente por un pobre guión y un doblaje que desde el inicio de la serie dejó bastante que desear. Empecemos por el cambio de armadura, total, como Seiya y los demás son inmortales, no necesitan casco, mejor les ponemos una diademas "divinas"... probablemente estas les protejan mejor cada vez que les pisan la cabeza (algo que ocurre con una frecuencia fascinante). Seiya cada vez se parece más a un potro desbocado, a Shiryu le quema la armadura, no pierde una sola ocasión para quitársela, la neuras de Hyoga no tienen ni pies ni cabeza, lo de Shun y sus actitudes en combate son para darles de comer a parte (si el pobre no tuviera suficiente ya con el hecho de llevar una armadura rosa), y hasta Ikki se deja llevar por este sin sentido. Mención especial para el resto de Caballeros de Bronce protectores de Atenea, cuyas habilidades de protección son similares a las de un koala con depresión, o los Caballeros de Oro, que se pasan dos sagas tocándose las pelotas en el Santuario dejando que Seiya y sus compañeros sean los que se traguen toda la mierda, ¡ole sus dorados cojones!

- Será mejor conservar los mejores recuerdos -

En fin, no quiero seguir haciendo más sangre, espero que los fans que idolatran esta serie no se tomen muy mal mis anteriores comentarios, pero la decepción que sufrí fue mayúscula y me ha sido imposible contenerme. Saga de Asgard, secuestro de Atenea, el mundo se va inundar, que mala es Hilda, 7 u 8 Caballeros Divinos... vaya, todo era una trampa, el malo es Poseidón, secuestro de Atenea “one more time”, el mundo se va a inundar "again", otros tantos generales de Poseidón, los Caballeros de Oro prestan a Seiya y compañía sus armaduras (total, para lo que las están usando), y a tomar por el culo Poseidón. Ala, ya os he ahorrado más de 30 episodios de sopor desmedido. Ahora sólo me quedaría por saber que me pueden ofrecer las nuevas sagas, pero no voy darles una oportunidad, al menos de momento. Caballeros, fue bonito mientras duró... hasta otra.

- "Saint Seiya Omega", y dale Mariano al torno... -

Frases para el recuerdo:

"Mi deber es servir a Atenea." Seiya
"Eso significa que solo quedan dos guerreros por vencer, dos zafiros a conseguir para salvar a Atenea, y el que llevas en tu armadura pronto estará en mis manos porque lo arrancaré de tu cadáver." Seiya
"Me dirijo al Templo de Poseidón, no tengo la intención de conformarme derribando pilares uno tras otro, eso me llevaría demasiado tiempo, voy a cortarle la cabeza a Poseidón y a salvar a Atenea." Fénix

- Aunque puede que no todo lo nuevo sea malo... -

PD: Aquí tenéis una segunda opinión.

- "Tras el Santuario no hay nada... avisados quedáis." -

lunes, 5 de marzo de 2012

Los Caballeros del Zodiaco (Saga del Santuario)


Evocar grandes momentos del pasado, teniendo entre manos las series de dibujos animados que nos marcaron durante nuestra infancia, puede tornarse en un arma de doble filo. Es cierto que las posibilidades de disfrutar como entonces existen, por desgracia, las de quedar desencantado, horrorizado, o simplemente, las de aburrirse hasta decir basta, están ahí... pero vayamos al meollo de la cuestión, hace poco tiempo estuve trasteando en el baúl de los recuerdos reencontrándome con un auténtico mito infantil, al menos para mi generación, la serie original de "Los Caballeros del Zodiaco", afortunadamente, mi única intención por ahora es la de desempolvar la primera saga de la misma, la Saga del Santuario.

- Momentazo del torneo galac... bueno, dejémoslo en pachanga entre colegas -

El anime "Saint Seiya", conocido en España como "Los Caballeros del Zodiaco", llegó a los hogares japoneses en el año 1986, un año que ya había sido testigo del nacimiento del manga al que adaptaba, obra de Masami Kurumada. No es necesario decir que el éxito de ambos fue incontestable, tanto en Japón como en el resto del mundo, dando como resultado una inolvidable serie de 114 episodios. Dicha serie consta de tres sagas principales, la primera de todas ellas fue la Saga del Santuario, de 73 episodios de duración, que a su vez se dividía en varias sagas "menores", El Torneo Galáctico, Fénix: Los Caballeros Negros, Los Caballeros de Plata: La lucha por la Armadura de Oro, y Los Caballeros de Oro: La Batalla de las 12 Casas.

- ¡Sólo hasta fin de existencias! ¡Caballeros en un modelo negro exclusivo! -

La historia que nos hizo vibrar cuando éramos unos chavales, gracias a un sin fin de combates a cada cual más salvaje, tiene al frente a un grupo de jóvenes cuya misión consiste básicamente en proteger al mundo frente a las fuerzas del mal, disponiendo cada uno de ellos de una flamante armadura y de un "cosmos" propio que les proporcionarán la fuerza necesaria para poder cumplir su objetivo. El argumento es bastante sencillo, y a pesar de ello tiene enormes lagunas difíciles de entender, aunque todos estos defectos, que parecen fruto de las prisas de los guionistas y del tono infantil general que impera, son perdonables gracias a sus aciertos. Estas "zodiacales" aventuras comienzan con un torneo cuya recompensa es la Armadura de Oro de Sagitario, aunque no tardarán mucho en evolucionar hasta transformarse en un enfrentamiento visto mil y una veces entre los protectores del bien y aquellos que tratan de apoderarse del mundo, ¿o era destruirlo? ¿De verdad importa? Son los malvados al fin y al cabo...

- Pan con chocolate, ya está, ya lo he dicho... -

Si tuviésemos que elegir una palabra que definiera a la perfección la esencia de este anime, y otorgarle los galones de ser la razón por la que este era adorado por todos nosotros, creo que la gran mayoría estaríamos de acuerdo, hostias. Sí, hostias, hostias por todos lados, "Los Caballeros del Zodiaco" era una serie de hostias, dado que los combates eran su principal seña de identidad, incluyendo la épica que giraba en torno a los mismos por supuesto. Estos alegres repartos de galletas conformaban la estructura principal de la serie, enfrentamientos de todos los colores, en un mundo (con una estructura de funcionamiento desconocida) donde las cosas se solucionan a base de leches, ya sean para dar el golpe de gracia a tu enemigo, o para salvar a un contrincante con problemas cardiacos. Entre tanto golpe se permiten el lujo de ir narrando con cuenta gotas (o a lo bestia y de una tacada) la historia de gran parte de los protagonistas, usando para tal menester una gran variedad de flashbacks, que oscilan entre el útil y ameno, y el inútil y aburrido. Pero vayamos ya con los personajes que dan vida a este inolvidable relato, empezando por supuesto por los valientes Caballeros del Zodiaco, con Seiya a la cabeza, el Caballero de Pegaso, un joven impulsivo que no suele pensar mucho antes de actuar, al menos lo hace de buena fe y para proteger a sus semejantes, su devoción hacia Atenea y una hermana desaparecida le marcarán intensamente. Shiryu, el Caballero del Dragón, es un guerrero pausado capaz de todo (en serio, de todo...) para proteger la vida de los que más quiere, la relación que le une a su maestro es uno de los elementos que mejor le definen. Hyoga, el Caballero del Cisne, es un chico bastante frío que se ve atormentado con frecuencia por el recuerdo de su madre muerta. Shun, el Caballero de Andrómeda, es, por extraño que suene, un pacifista de gran corazón que posee un excepcional potencial oculto (y no quiero ni una sola broma...), su vida está ligada a la de su hermano Ikki, el Caballero del Fénix, un rebelde que con el tiempo se irá enderezando, aunque siempre a su manera, hecho que le convierte para muchos en el personaje más carismático de todos. La chica que debe ser salvada por sus valerosos caballeros es Saori Kido, o lo que es lo mismo, la reencarnación de la diosa Atenea. No voy a mencionar más, sé que me dejo muchos, no muchos, muchísimos, pero Internet rebosa de lugares donde poder conocerlos a todos, y uno no está por la labor dado el formato clásico de mis artículos... bueno, el maestro de Shiryu tiene grandes momentos, las enigmáticas mujeres caballero, los Caballeros de Acero (actualmente en paradero desconocido), algunos de los enemigos, los Caballeros de Plata y de Oro... en fin, la música es, admitámoslo, un poco cutre, por suerte hay varios temas que cada vez que suenan te hacen fliparlo a tope con toda la movida como pocos podrían hacerlo, entre ellos se encuentran "Pegasus Fantasy" o la, ya mítica, pegadiza canción del opening en castellano.

- Gran parte del elenco durante una pausa en el rodaje -

Revivir los combates que me hicieron vibrar de niño ha sido, a pesar de algún que otro punto negro, una grata experiencia, no obstante, "Los Caballeros del Zodiaco" es una serie infantil llena de violencia (hecho que nos fascinaba en aquellos tiempos) nacida en los 80, por lo que el ritmo y las formas pueden achantar a más de un adulto, los años no pasan en balde, y varios aspectos, como pueden ser el estilo de animación o la manía de alargar hasta la saciedad determinadas situaciones, pueden resultar cargantes en muchas ocasiones. En resumen, si tienes ganas de darte un chute de nostalgia, y ver como Seiya y sus compañeros inflan (y son obscenamente inflados) a hostias por Caballeros de Bronce y Plata, culminando su epopeya en ese apoteósico final en el Santuario frente a los Caballeros de Oro, no lo dudes, plántate tu mejor armadura y entona fuerte: "¡Los guardianes del universo, al triunfar el mal...!"

- Shiryu, ya no se hacen caballeros como este... -

Frases para el recuerdo:

"¿Quién ha decretado que un torrente debe fluir de arriba hacia abajo? Lo que el hombre llama leyes de la naturaleza, no son mas que generalizaciones de los fenómenos que él mismo no alcanza a comprender." El maestro de Shiryu
"¡Que la Cólera del Dragón te destruya!" Shiryu
"¡Dame tu fuerza Pegaso!" Seiya

- Solamente les falta el cartel de "Vendo Oro" -

PD: Aquí tenéis una segunda opinión.

- "Ver la Saga del Santuario debes..." -